Son aquellos que se distribuyen por todo el organismo a través de la sangre. Se administran por diversas vías, fundamentalmente, oral, rectal, endovenosa e intramuscular. Algunos de estos tratamientos sistémicos comportan riesgos, por lo que es muy importante detectar a la población con mayor posibilidad de presentar una respuesta hipertensiva ocular por su causa.
Existen tres tipos de glaucoma por fármacos sistémicos.
Los corticosteroides o también denominados corticoides pueden provocar glaucoma. El 30-40 % de la población responde a los corticoides incrementando la presión intraocular, pero solo un 5-6% de la población experimenta un incremento importante. Cuando el fármaco se administra por vía sistémica y no tópica, el porcentaje se reduce a menos de la mitad (2-3% de la población). No obstante, aunque parezca una proporción baja, no debemos bajar la guardia, sobre todo, con la población más sensible.
Las personas o grupos con riesgo a sufrir incrementos de presión intraocular provienen de los siguientes grupos de población:
En los niños, la respuesta a la cortisona sistémica es mucho más frecuente, más rápida que en un adulto y más severa. Hay 3 enfermedades en que los niños toman cortisona y donde el riesgo es mayor:
Es el segundo tipo de glaucoma. El Glaucoma por Cierre Angular Primario, viene también provocado por medicamentos sistémicos en muchas ocasiones. Requiere de una serie de factores de riesgo a la par que un detonante. Una predisposición anatómica que, junto con una modificación en la posición del iris, genera el cierre angular resultando en un incremento de la presión intraocular severo y agudo.
Los factores de riesgo son:
Ángulo ocluible o estrecho, el vaulting cristaliniano, las dimensiones de la cámara anterior.
Estos problemas por sí solos no disparan el glaucoma, lo hacen cuando se produce un cambio en la posición del iris, por su dilatación pupilar, que puede estar provocado por:
Es el tercer gran grupo. Se trata de una persona sana, con el ángulo completamente abierto y no tiene ninguna predisposición anatómica. Viene provocado por el uso de ciertos fármacos que, de forma idiosincrásica y sin poder ser prevenido, provocan de forma bilateral en los dos ojos un cierre angular brusco que causa perdida de la visión lejana (miopización) junto con dolor ocular o cefalea intensa. Esta reacción puede ser debida a muchos fármacos, pero el más frecuente y extendido es el topiramato, un fármaco anticonvulsivante que también se receta para la profilaxis de la migraña y como anorexígeno en el tratamiento de la obesidad. Es por ello, que los pacientes diana suelan ser mujeres relativamente jóvenes.
Como especialistas en el tratamiento del glaucoma, año tras año atendemos pacientes que con mejor información y prevención se les hubiera podido concienciar sobre el riesgo y diagnosticar con anterioridad e, incluso, y más importante aún, prevenir el glaucoma. Por ello, hemos publicado en la web un listado de medicamentos con influencias en el glaucoma, tanto para ojos con predisposición a sufrir la enfermedad como para ojos sin predisposición.
Si tomas alguno de estos fármacos, consulta al equipo de glaucoma:
Directora de la Unidad de Glaucoma
VERTE Oftalmología Barcelona